miércoles, 10 de agosto de 2011

Análisis de Dirt 3


Ha llegado la hora de hacer frente al nuevo trabajo de uno de los equipos consagrados en el género de la conducción durante esta generación, con una serie de títulos a sus espaldas de la talla del reciente Fórmula 1, Grid o la dos primeras entregas de la saga Dirt, nuestra principal protagonista en este humilde artículo entorno a la calidad de su novedosa tercera entrega.
Sí, hablamos del resultado logrado por Codemasters en su último Dirt 3.

Una saga que ha destacado hasta ahora por su jugabilidad: espectacular, impactante, directa…El nuevo juego busca mantener todas las virtudes de este apartado mientras se acerca, de nuevo (retornando a los orígenes de la saga), a la simulación. ¿Como combinar curvas imposibles, derrapes impresionantes o saltos vertiginosos con una jugabilidad exigente, realista e incluso compleja al mismo tiempo?



Ha llegado la hora de dejar atrás al piloto escocés Colin McRae, que acogió con ternura a la saga desde sus inicios hasta su paso a la nueva generación con este nuevo sobrenombre, Dirt, ha llegado la hora de reinventarse, la hora de… la nueva “experiencia Dirt“.

GRÁFICOS

De primeras deberíamos decir que Dirt 3 no es el nuevo referente gráfico que muchos esperábamos ver tras los impresionantes resultados recogidos por los principales juegos de conducción que han ido saliendo, siendo el polémico Gran Turismo 5 su último icono.



Obviamente existen cosas a mejorar, como la citada suciedad, que parece aumentar de manera automática con el tiempo más que por los lugares que decidamos atravesar, detalle que no resta al global, dado que la sensación se evita perfectamente al haber que atravesar charcos o competir bajo la lluvia.

O las colisiones, una de las asignaturas pendientes de la generación, que a pesar de estar por encima de la media no acaban de tener la gravedad que puede conllevar chocar con un árbol a 150 kilómetros hora o no terminan de ser completas, como demuestran los faros de los vehículos, indestructibles por mucho que nos golpeemos, o al menos, las luces.


Otro aspecto a tener en cuenta son los diversos escenarios que visitaremos durante el modo Campeonato Dirt, del que os hablaremos más adelante.
Pasaremos del polvo de las sabanas – que no sábanas – de Kenia a la pulcra nieve de Finlandia, atravesando el asfalto de la ciudad o el barro del extrarradio. El hecho de que los vehículos reaccionen de forma diferente a cada una de estas superficies da mucho dinamismo al título pero sigue habiendo fallos.
Uno de ellos es el control, quedándose a medias, intentando ser realista pero, por ejemplo, en la nieve, dando una respuesta demasiado buena como para ser cierta, o bajo la lluvia.
Hemos de hablar de las casi abismales diferencias entre dichos escenarios. A pesar de lucir todos de forma notable, no es lo mismo jugar en los impresionantes escenarios de Kenia que en los frondosos bosques de Finlandia, por poner un ejemplo, luciendo los primeros mucho mejor que los segundos.
También debemos remarcar la sensación de velocidad pero, por encima de ello, la iluminación, impresionante, que da como resultado unos atardeceres preciosos, que no llega a un nivel sobresaliente por pasar desapercibida en horarios tempranos o en los recorridos en noche… pero aún así, como os hemos indicado, son increíbles cuando quieren.

Para terminar mencionar al público o a los asistentes que aparecen al principio de determinadas pruebas, poco trabajados, ofreciendo una amarga sensación si los comparamos con los mostrados en la versión de Pc al aplicar algunos filtros.





En conclusión estamos ante un apartado técnico notable, sobresaliente en determinados aspectos, que da un paso adelante en la saga. Destacando como hemos dicho la iluminación, las colisiones, o determinados escenarios. Para los más exigentes decir que hemos notado algunos tirones, pero sobre todo al inicio de las carreras, nada de lo que preocuparse e incluso hacerles saber que el título además cuenta con las licencias oficiales de la WRC

SONIDO

En relación al apartado sonoro la experiencia que el juego ofrece se basa en unos efectos de sonido estupendos, sobre todo en lo que se refiere a los motores de los diferentes vehículo o en una banda sonora para nuestra estancia en los menús, formada casi en su totalidad por música eléctrica.




Los efectos son excelentes, desde el motor de los coches al impacto de las colisiones pasando por otros detalles como las superficies. También nos vemos en la obligación de hablar del gran doblaje al castellano, un dato común en los juegos del equipo, algo que agradecemos de verdad. Este doblaje sirve para escuchar a agentes, publicistas o pilotos legendarios que quieran ponerse en contacto con nosotros durante nuestra aventura.

El juego pondrá a nuestra disposición una lista de nombres bastante extensa que servirá para que se nos llame como deseamos, un curioso detalle que echamos de menos en otros títulos, con el que nos sentiremos bastante identificados con el personaje al que interpretamos, una prometedora estrella en el mundo del motor.
Por supuesto, volvemos a tener en determinadas pruebas (solo en el modo para un jugador) a un copiloto que nos echará una mano durante nuestros recorridos, siendo más o menos técnico según como lo configuremos, pero bastante lioso en ocasiones.



JUGABILIDAD

En primer lugar haremos mención aquí a los menús del juego, tras los para muchos complicados menús que ofrecía la segunda entrega de la franquicia, en esta ocasión asistimos a una presentación elegante de los mismos, mucho más simplificados pero con ciertos elementos caóticos o fuera de lugar. Es un progreso pero es un apartado que no debería ni remarcarse en los análisis…

El juego, como han mencionado en múltiples ocasiones sus creadores, da un nuevo rumbo a la franquicia, que a pesar de no notarse demasiado en los primeros compases, poco a poco vamos viendo o comprendiendo. En el juego tomaremos parte de un número bastante amplio de pruebas, algunas conocidas, otras totalmente nuevas, que se suceden a lo largo del modo Campeonato Dirt.
En este modo, el que vendría a ser el Dirt Tour de la imagen, tomamos las riendas de una jóven promesa en el mundo del motor a lo largo de cuatro temporadas. Cada temporada está compuesta de cuatro grandes eventos. Dentro de estos eventos existe un número indeterminado de pruebas. Las cuatro temporadas expuestas que inmediatamente nos llevan a pensar en un juego corto, como comprenderéis tras la explicación, no lo son.
En ellas podremos asistir a pruebas de rally (múltiples etapas en todo tipo de circuitos con salida escalonada, cronometradas obviamente), rallycross (carreras de 8 participantes en estrechos circuitos), landrush (lo mismo que la prueba anterior pero en vehículos mucho más pesados), drift showcase (retos individuales de derrape), head 2 head (carreras de dos participantes en circuitos paralelos) e incluso a un nuevo modo de juego, el más llamativo o innovador del título, la gymkhana.

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Presentada por el famoso Ken Block esta prueba nos propondrá, tras un tutorial donde ir aprendiendo a hacer trompos (dar vueltas alrededor de un mismo punto), donuts (dar vueltas alrededor de un objeto), saltos (mantiendonos el máximo tiempo posible en el aire), choques(contra obstáculos puestos en el circuito) o derrapes milimétricos, conseguir la máxima puntuación posible en un escenario donde se dan cita objetos para llevar a cabo todos los elementos anteriormente citados.
Todo con un medidor de puntos con el que hacer combos de llevar a cabo varios logros seguidos pero que también descenderá de chocarnos. Deberemos hacer el máximo de puntos posibles en un breve período de tiempo en algunas ocasiones con variaciones, como pasar por un recorrido en el menor tiempo posible o hacer los trucos en un circuito sin rivales.

Es una idea original que también costará dominar debido a la cantidad de elementos que debemos manejar pero que, obviamente, no a todos les hará muchos gracia. Menos aún cuando de estas pruebas depende nuestro cambio de temporada. El resto de contenidos del menú son el Multijugador, el modo Un Jugador (contrarrelojes u otras modalidades adicionales), Mi Dirt (registros, garaje, marcas…) e incluso un acceso a los contenidos del polémico pase VIP.

De nuevo estamos ante una descarga gratuita (a los compradores de primera mano) obligatoria, única que tendremos que hacer si queremos disfrutar de todas las opciones del juego todos los modos online. En la caja de Dirt 3 tenemos un código para canjear dicho pase, pero los que compren el título de segunda mano se verán “fastidiados” por esta medida contra la pirtatería, que poco a poco, se va dando cita en casi todos los juegos. En esta ocasión va incluso más allá, no conformándose con reducirnos el mutijugador, sino quitándonos funciones como subir vídeos de nuestros logros a YouTube. Además también nos proporciona algunos DLC con coches o pistas adicionales.
En lo que a control se refiere el juego no proporciona muchas más opciones de las que se dieron en su precuela más allá de los trucos del modo de juego que os acabamos de comentar. En esta ocasión se aspira a un estilo más cercano a la simulación, que fusiona ambos extremos, convenciendo más a los que sean de títulos arcade que a los que provienen de la otra rama, que a pesar de todo, mirarán recelosos algunas opciones. A la hora de editar nuestro vehículo la verdad es que, a pesar de haber diversas opciones, a gusto de todos, estas apenas tienen repercursión, e incluso, vistos otros juegos, nos parecerán demasiado simples o poco profundas.

Una mención especial requiere la vuelta de los “flashback” que tan de moda se ha puesto últimamente en el género, una opción que nos permitirá retroceder en el tiempo de estrellarnos o no coger una curva como deseábamos. A pesar de que se nos premiará en función de los no usados, muchos se sentirán un poco decepcionados con la recompensa (una cantidad mínima de puntos para nuestra reputación como piloto). Y es que en el fondo, esto facilitará mucho la obtención de grandes tiempos, lo que nos llevará al oro casi de manera irremediable.


El juego busca contrastar con esta “mano” que tiende a los jugadores arcade inexpertos en temas de simulación al ofrecer 3 niveles de dificultad pero, lamentablemente, no se logra de la manera que debiese. El primer nivel de dificultad a muchos resultará insultante de la facilidad de la que hace gala. Los otros dos, más allá de las pruebas finales, o de manías personales a circuitos o modos, tampoco supondrán mucho desafío. Parte de esta culpa la tienen la inteligencia artifical de los coches en las carreras en las que nos enfrentamos a estos o los rídiculos objetivos de las pruebas indivuales, una veces tan simples, otras tan complicados.
La inteligencia, como mencionábamos, no es que sea nula, pero si que demuestra una ausencia total de competitividad. Los coches casi nunca nos cerrarán de vernos aparecer por detrás, algunos incluso nos dejarán más espacio para que no les golpeemos. Adelantar no se nos planteará como un problema, nunca.
Si bien es cierto que la dificultad más alta, las pruebas finales, o las manías personales a determinados modos nos complicarán mucho el oro en algunas pruebas, el juego, en general, tiene un nivel demasiado fácil para lo que se venía diciendo de él, tanto por los flashbacks como por los continuos empujones a los jugadores más inexpertos, indicadores de posición o velocidad perfecta para tomar las curvas, comentarios o avisos del copiloto, regulador de velocidad, control de estabilidad, frenada automática al girar… etc.


Tras haber hablado de su menú, sus modos de juego, su control o su dificultad, dejadme acabar este apartado hablando de los vehículos o circuitos disponibles en el juego.
El título nos ofrece todo tipo de coches haciendo un repaso a las reliquias que han ido apareciendo desde los 60. De ese modo tendremos vehículos que todos reconoceremos como el Toyota Celica de Carlos Sainz, el inmortal Audi Quattro o los recientes Mitsubhisi Lancer o Peugeot 207, que iremos desbloqueándo a partir de un medidor de reputación que aumentará al ritmo de nuestros progresos. Según superemos pruebas, concretamente según nuestra posición, el número de flashback usados o los desafíos que se nos proponen (como acabar una carrera a 130) nos irán dando puntos, que conformarán dicho medidor.
Cuanto más nivel tengamos más licencias se interesarán por nosotros, algo que, en la práctica, acaba siendo meramente simbólico, al no haber contratos o elementos de peso.
Vehículos de los 60, 70, 80, 90, de la clase S2000, del temido Grupo B, de la serie Open… los más puestos en el mundillo, sin duda no se aburrirán.

A toda esta cantidad de vehículos hemos de sumar los múltiples circuitos del juego, situados en Finlandia, Kenia, Michigan, Noruega o Mónaco, que como bien os comentábamos antes tienen sus propias elementos, bien sea arena o barro, nieve o lluvia.
Hemos de admitir que a veces, la escasa dificultad, sumada a los continuos tiempos de carga, bastante largos, que van entre las pruebas (superándolas en duración a veces), pueden provocar cierta sensación de aburrimiento que nos obligue a dejarlo, pero no es nada que no arreglen un par de partidas al modo multijugador…

MULTIJUGADOR

El modo Multijugador al fin se encuentra a la altura del modo en solitario, que a pesar de ser largo, como os explicábamos, no llega a la duración de otros títulos. En esta ocasión todos los modos de juego estarán disponibles para el modo multijugador, tanto online como para pantalla partida. Los creadores de las partidas podrán elegir pistas, meteorología, superficie sobre la que corremos, reglas obligatorias como las vistas, las asistencias.
Incluso un novedoso indicador nos mostrará la agresividad de los rivales, relacionando el color verde con los más limpios por el amarillo de los que abusan de las colisiones o de los choques con otros jugadores, siendo el color rojo el que porten los más agresivos. Una buena aportación para saber que esperar de nuestros rivales.
La novedad de este apartado es el modo Fiesta con modos de juego tan curiosos como Outbreak, donde en una pista abierta un coche será el infectado, que tendrá que chocar con los demás para infectarlos para de ese modo podremos ser un no infectados, los unicos que podrán coger puntos, así que las colisiones o la velocidad están aseguradas.


Transporter, otra de las modalidades, nos llevará al clásico capturar la bandera, pero en esta ocasión en coche, al más puro estilo Burnout. Invasión llenará de robots de cartón el escenario proponiendo el reto de eliminar el máximo posible, superando al resto de competidores. Cat ‘n’ Mouse, en esta ocasión en una pista normal nos obligará a proteger a un coche de nuestro equipo del enemigo, escoltándole hasta un punto al pobre, con una velocidad reducida.
Pura diversión, sin duda este modo sirve para que nunca nos cansemos del juego, estará ahí siempre que lo necesitemos. Jugar con un grupo de amigos numeroso proporciona risas como pocos juegos antes.
Lamentablemente, a pesar de no contar con un lag palpable, o de tener un sistema de rangos afín de nuestro progreso, características que gustarán, encontrar una partida a nuestra medida o ponernos a jugar no es inmediato. Los menús no aclaran demasiado, tienen pocas opciones… entrar en partida será un proceso que llevará un par de minutos.

CONCLUSIÓN

Dirt 3 da un nuevo paso adelante en la saga que en esta ocasión servirá de mucho a entregas futuras. Con una experiencia global sorprendentemente satisfactoria, que convencerá a los jugadores arcade o a los puristas de la simulación más abiertos de miras, el juego se presenta como una de las grandes propuestas para el género de la conducción durante este 2011.
Con un apartado técnico sobresaliente, que cuenta con un sistema de colisiones pocas veces visto antes o una iluminación minimalista además de un doblaje a nuestro idioma de agradecer o unos efectos de sonido loables, el juego es una parada obligatoria para todos los amantes de la velocidad, pero más aún para aquellos que lo sean de los rallies.
Se vuelve a demostrar que el juego tiene poco que envidiar de los principales estandartes e incluso que en un futuro, no sabemos si próximo o lejano, la obra de Codemasters podrá codearse con ellos, siendo una de las mejores sagas del mercado.
Hasta entonces tendremos que conformarnos con esta tercera entrega, lo que no es, ni mucho menos, poco. Un nuevo trabajo del que presumir para la “carrera” del equipo, que esperamos que siga deleitándonos como hasta ahora.

+ POSITIVO

+  El sólido apartado técnico (tanto en gráficos como en sonido).
+ Mención aparte a las colisiones, la iluminación o los modelados...
+ Los modos de juego, sobretodo la nueva incorporación.
+ La experiencia global, ni arcade, ni sumulación.
+ La variedad de vehículos y escenarios.

- NEGATIVO

- Los continuos tiempos de carga, además largos...
- La dificultad, excesivamente fácil.
- La inteligencia artificial.
- El pase VIP.


Licencia CC (Creative Commons)

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