Analisis de Duke Nukem Forever

Han pasado 14 años desde que Duke Nukem Forever se anunció allá por 1997. El título ha tenido que superar dificultades diversas, desde retrasos hasta cambios de estudios, como fue el caso de 3D Realms que incluso cayó en quiebra. Pero ya está aquí, gracias a Gear Box y 2K Games podemos disfrutar de tan esperado título.
La historia comienza jugando el propio Duke al videojuego que tanto tiempo han estado esperando los fans. “Después de 14 putos años como para no gustarme”, responde nuestro protagonista a las impresionantes chicas gemelas que le rodean.
La línea temporal nos sitúa bastante lejos de lo acontecido en la última amenaza extraterrestre. Mencionar que Duke mantiene toda su fama y riqueza, viviendo en una increíble mansión de 69 plantas, incluso es propietario de su canal de televisión. De nuevo toda su vida se ve alterada por el regreso de los extraterrestres a nuestro planeta, cuyo objetivo es secuestrar a todas las mujeres sexys, cosa que como imaginaréis, cabrea muchísimo a nuestro héroe.

La jugabilidad no se diferencia en la vista en otros juegos del género ya que podremos disparar, saltar y agacharnos. Eso sí, podremos llevar dos armas a la vez, dos explosivos y cuatro objetos especiales.
Respecto a las armas son bastante variadas, ya que cada enemigo nos exigirá un tipo de arma dependiendo de la situación la cual nos encontremos. A nuestra disposición tendremos las típicas pistolas, escopetas, metralleta, lanzamisiles y el rifle de francotirador. Dispondremos de dos tipos de explosivos como mencionábamos anteriormente, bombas que explotan a distancia cuando pulsamos el mecanismo y unas minas con detector láser que se accionan cuando detectan movimiento. Los objetos especiales son las gafas de visión macho, que son las típicas de visión nocturna, la cerveza, la cual nos ayudará a ser más resistentes y los esteroides que nos darán una increíble fuerza.
Otro aspecto a mencionar del juego, es que no tendremos barra de salud. Esta ha sido sustituida por una barra llamada Ego, que se recuperará de forma automática. Esta barra hace de indicador de salud, pero no exactamente como lo visto en otros juegos en primera persona. Además uno de los aspectos que más nos han gustado es que la barra de Ego puede aumentar utilizando objetos que nos rodean, ya sea haciendo unas pesas o jugando al pinball.

Ha sorprendido gratamente que siendo un shooter incluya momentos de puzzles y plataformas. Algo que personalmente echaba de menos en los juegos actuales es que al final de los niveles nos encontraremos con un jefe, pero jefes como los de antaño. Más de una vez nos resultará complicado acabar con ellos.
Resulta divertido que en determinadas situaciones podremos pilotar desde un buggy a un monster truck, pasando por coches de radio control. La verdad que ayuda a que el juego no sea monótono a la hora de jugarlo.
Con respecto a los enemigos cabe decir que no cuentan con una excelente inteligencia artificial, pero esto es totalmente perdonable debido a la variedad que encontraremos, como alienígenas con jet pack, cerdos clásicos y aliens. Cada uno con su forma de atacar y sus debilidades.

Seguramente algo que os decepcionará del juego sean sus largos tiempos de carga. La verdad que llega a ser desesperante que cada vez que mueres la partida tarda en comenzar más de 30 segundos.
La verdad que el juego gráficamente puede llegar a decepcionar a los usuarios más exigentes. Los gráficos que nos encontraremos no son ninguna novedad en el sector y además decepcionará al ver las texturas pobres, modelados sencillos, echándose en falta grandes efectos gráficos ya vistos en títulos del género y que llevan más tiempo en el mercado.
Pero tranquilos. Seguramente mientras os vais pasando el juego, los gráficos pasaran a un segundo lugar y además veréis detalles que si os sorprendan positivamente. Por ejemplo, las texturas de las cuevas mejoran notablemente con respecto a los espacios abiertos y los jefes finales de las misiones son espectaculares. Disfrutaréis destrozando elementos del escenario.
A todo esto aclaramos que el juego no hace daño a la vista, todo lo contrario, es llamativo pero se ve algo desfasado con respecto a los títulos de la generación. Así que tranquilos, que el aspecto gráfico no estropea la experiencia de juego.
Al hablar del apartado sonoro, seguramente tengamos la obligación de mencionar la voz de Duke en castellano. Existen fans de la saga que se sienten decepcionados por la voz seleccionada. Personalmente a nosotros nos ha gustado, ya que los comentarios y las frases mientras juegas son épicas, e incluso hace que sueltes una carcajada de vez en cuando. La música no destaca pero cumple su cometido, pero al escuchar el tema remasterizado original de Duke Nukem se te vendrán recuerdos a la cabeza de las horas disfrutando de aquel juego que te enganchó en su época.

En conclusión, para ser francos hay mejores shooters en la actual generación que Duke Nukem Forever, pero ninguno tiene los toques picantes ni la personalidad de nuestro protagonista. Es una gran noticia que un título con tantos problemas durante su desarrollo haya visto por fin la luz. Disfrutaréis con la variedad de armas, escenarios, vehículos que conducir y sobre todo con los momento épicos que nos asegura el gran Duke a lo largo de la campaña de unas 10 horas de duración, que en más de una ocasión os harán reír.