No son pocos los intentos que el erizo azul año tras año, ha hecho para intentar estar a la altura de sus primeras incursiones en el mundo tridimensional sin aparente éxito para crítica y público. De forma exclusiva para Wii en sobremesa, esta versión de Colours intenta como ninguna acercarse a los niveles de calidad mínimos exigibles a la mascota de SEGA.
Los más veteranos recordamos aquellos tiempos en los que Mario y Sonic competían intentando superarse en su siguiente entrega para cautivar al público. Nintendo consiguió dotar de personalidad propia al fontanero revistiéndolo de polígonos y una mecánica de juego imbatible mientras que la compañía del erizo tan sólo permitió a los usuarios de Dreamcast vislumbrar lo que las 3D podrían aportar a su mascota.
Lejos de practicar actividades de ocio, Sonic y Tails viajan al espacio para visitar el nuevo parque de atracciones construido por Robotnik. Una aventura que combina un añejo sabor bidimensional y lo mejor de sus aventuras 3D.
Historia
Tras una buena carta de presentación con Los Anillos Secretos a pesar de recibir cantidad de críticas dadas sus raíces on-rails, el panorama Nintendero actual reconoce como un hijo más a ese velocista azul nacido en lugar ajeno pero sin llegar a ser un mutúo cariño, o al menos no completamente.
Y es que después llegó El caballero oscuro con su medievo y su espada como compañera de viaje, además de por otro lado montar sobre tablas flotantes, empuñar una raqueta de tenis para más recientemente conducir un kart. No nos olvidamos de su naturaleza animal en Unleashed por supuesto, pero ninguna de estas propuestas han llegado a satisfacer realmente al usuario.
Por unos u otros motivos la mascota de SEGA se ha visto algo prostituida, más de lo que debiera y ahora son los Wisp, unos pequeños extraterrestres, los encargados de devolver a Sonic al umbral de títulos de calidad.
Gráficos
Si hay algo por lo que destacan cada uno de los juegos de Sonic exclusivos para la sobremesa de Nintendo es sin duda en su apartado visual, Colours no iba a ser una excepción. Tan solo con ver las capturas uno ya se hace una idea de lo que nos espera: escenarios detallados con multitud de texturas, iluminación y unos personajes de modelado envidiable.
Esto sí es Wii
Es cierto que la potencia de la consola para muchos queda algo confusa pero es cuando juegas a títulos como este cuando la blanquita da el do de pecho moviendo unos escenarios gigantescos a velocidades vertiginosas. En muchas ocasiones incluso dudaremos de realmente de la máquina a la que estamos jugando causa que quizá no sea mérito del título si no más bien a la pereza que han demostrado los desarrolladores durante todos estos años.
Por el motivo que sea, lo cierto es que nos encontramos ante uno de los mejores trabajos visuales de Wii, llevándose el mérito unos niveles repletos de efectos y luces con una fluidez total. Los más puristas echarán en falta ambientaciones naturales a pesar de la variedad mostrada pasando de una fábrica de caramelos al atardecer a una ciudad oriental sumergida, todo bajo una apariencia industrial y mecánica acorde al entramado principal.
Y es que los valores de producción del producto van mucho más allá haciéndose notorios en los modelados y animaciones de Sonic y compañía con especial hincapié en las breves escenas de corte que nos narrarán la historia. Todos los personajes están realmente vivos y se integran de manera estupenda incluyendo las apariciones de los Wisp que se acompañan de multitud de efectos gráficos que enriquecen la experiencia visual.
Sonido
¿Quién de los presentes no retiene algunas de las melodías de los títulos de la franquicia? Especialmente desde la llegada de Adventure cada nuevo juego presenta un nuevo tema principal con vocalista incluido que hace las delicias de sus seguidores predominando un tono rockero en su mayoría.
Colours pretende ser un punto de inflexión a todos los niveles y en su escena de introducción lo intenta con un tema electrónico, con esas odiadas y amadas voces robóticas tan de moda actualmente. Acertada decisión o no, lo cierto es que uno se acaba acostumbrando y tarareando.
Pero ya desde la pantalla de título e incluso desde el propio canal disco del menú de Wii encontramos cierto aire galáctico-instrumental propio de ese fontanero que tenía como rival para dar paso a una variedad de temas más que notable, combinando todo tipo de estilos más cercanos a rápidos ritmos que acompañan la acción.
Por su parte, los efectos cumplen como siempre y las voces podemos escucharlas tanto en japonés como en inglés, siendo ya habitual en la serie.
Jugabilidad
Si destacamos que la mayor parte del título es de avance lateral es suficiente para conocer las intenciones de SEGA con él. Atrás quedan otras apariciones del erizo, esta vez llega el verdadero resurgir para demostrar que todavía le quedan muchas batallas por disfrutar y probablemente haya sido el pilar base en la creación del prometedor Generations.
Uno de los elementos perdidos de la generación de los 16bits era lo directo que resultaba jugar, sin escenas interminables que nos ponían en situación ni nada por ele estilo y para hacernos regresar a nuestra infancia vemos los mundos accesibles cual New Super Mario Bros, con sus casillas una tras otra con niveles de duración variable.
Correr con cabeza
Parece que los puntos débiles de sus últimas hazañas se han tenido en cuenta y ahora no sólo vale avanzar sin prestar atención a nada más gracias a un diseño de niveles bueno, muy bueno.
Quizá en los primeros compases esta apreciación sea menor de la que debiera y los saltos en las zonas más plataformeras no resulten del todo cómodos pero cuando los Wisp entran en acción se abre un juego de posibilidades enormes.
Nuestro objetivo más allá de llegar a la meta es conseguir los anillos rojos que hay repartidos por cada uno de los niveles, 180 en total, misión que no podremos cumplir al inicio encontrándonos cientos de partes inaccesibles. Por ello conforme avancemos y consigamos nuevos Wips tenemos que volver a ese nivel que acabamos sin problemas para buscar el ansiado anillo escondido.
Estos extraterrestres de colores poseen diferentes habilidades, una por cada tipo de criatura, convirtiéndonos en un taladro de velocidad pasmosa o un cubo azulado que activa o desactiva bloques a su paso. En la variedad está el gusto y es precisamente lo que otorga a esta plataformera aventura, con el mismo ritmo frenético sin entorpecer a la acción encontrando el porqué del diseño de niveles, de una complejidad fuera de dudas en muchas ocasiones.
Desde todos los ángulos
La espectacularidad es señal de identidad como no podía ser de otro modo teniendo desde las clásicas persecuciones dirigiéndonos hacia la cámara, vistas lejanas mientras hacemos un looping o la clásica vista lateral. Colours apuesta sobremanera por combinar el avance clásico de la franquicia y las zonas 3D casi sin darnos cuenta, del mismo modo que lo hacían Super Mario Galaxy y su secuela.
Bien como niveles completos o partes concretas de ellos, las zonas bidimensionales tienden a ser más pausadas y complejas siendo en ellas principalmente cuando utilizaremos los Wips, ya que para activarlos tendremos que buscar la cápsula donde están atrapados. Así encontramos niveles de varias alturas con cientos de secretos y anillos con todo tipo de peligros para poder perderlos.
El hincapié que se ha hecho en los escenarios va más allá del uso de estos extraterrestres ya que cada zona temática posee sus propias características y en concreto cada nivel intenta aportar un elemento jugable que no se haya visto en el anterior dando una sensación de avance real.
Clásico 100%
Así como en anteriores episodios aparecidos en Wii se utilizaba de un modo mucho más activo las funciones del mando de la consola, Colours opta por emplearlo tan sólo para activar el poder de los Wisp con un simple “shake”.
¿Esto es bueno? Sin duda para el tipo de juego en el que se ha convertido ofrece una precisión ideal sobretodo en las zonas laterales que no son todo lo precisas que nos gustaría en ocasiones, pero por otra quizá para aprovechar el poder de los Wisp no hubiese estado de más alguna interacción con Wii Remote de modo opcional o simplemente utilizarlo a modo de puntero en los menús.
Alejados del control posiblemente lo más flojo del apartado jugable sean sus enemigos finales, resultando escasos y optando por la repetición de los mimos variando los tipos de ataque lo que sin duda deja un sabor amargo tras todo lo que se ofrece durante la aventura.
Obviando esto último, Sonic ha encontrado una propuesta jugable que bebe en muchas ocasiones de lo ofrecido por Galaxy adaptándolo a su espíritu frenético y aportando ideas más que interesantes.
Duración
Con una sensación inicial algo confusa jugando niveles que varían de desde los cinco minutos a los 60 segundos, la idea que se nos forma no es del todo positiva, ya que la dificultad tampoco parece ponernos las cosas difíciles. Y es que completar niveles no nos supondrá por lo general ningún quedabradero de cabeza pero sí lo hará el completar el juego al 100%.
Cinco anillos rojos a encontrar por unos niveles completamente rejugables gracias a la función de los Wisp y un rango de calificación al final de los mismos serán los objetivos que nos pondrán las cosas realmente difíciles en determinados momentos pero sin llegar al nivel de desesperación de Los Anillos Secretos.
Y es que recoger estos anillos tendrá su recompensa para desbloquear niveles extra que podremos disfrutar junto a un amigo utilizando incluso nuestro propio Mii. Una zona recreativa de apariencia virtual en los que incluso la melodía principal se transforma a formato MIDI.
En total más de 20 horas que se alargarán si lo nuestro es superar tiempos y puntuaciones gracias al ranking online que se ofrece, eso sí, con una navegación algo engorrosa.
Conclusión
Sonic regresa un año más apostando esta vez por un renacimiento desde los cimientos tomando los mejor de sus aventuras ya sean laterales o tridimensionales. La incorporación de los Wisp es justamente lo que la franquicia necesitaba y ha obligado a crear unos niveles de diseño notable, además de otorgar frescura y variedad.
Y es que el esfuerzo puesto en el título se hace querer con un apartado técnico-artístico al más alto nivel, buenos temas además de una duración y dificultad acorde a sus pretensiones siempre que busques completarlo con todas sus posibilidades. Los únicos problemas serios los encontramos en los saltos más precisos y unos jefes finales que podrían dar mucho más de si.
Colours es jugabilidad pura y el camino que Generations debe continuar para hacer ver al público que el erizo azul vuelve a estar entre nosotros como antaño.
Positivo
Visualmente imponente, potenciado por su velocidad.
La comunión de jugabilidades: 2D y 3D.
Los Wisp, la variedad y frescura que necesitaba.
Los niveles, que ofrecen un diseño destacable.
Como siempre, el apartado sonoro.
Negativo
Si no buscas completarlo al 100%, su duración.
El control en las zonas plataformeras.
Los jefes de nivel, demasiado escasos.
8,2
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Fuente: NDSWii (Licencia CC)
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